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El Atlántico y el Cantábrico se dan la mano cerca de Cariño. Esta población idílica seguramente debe su nombre a sus paisajes, su clima o su enclave en un lugar donde la historia muchas veces ha decidido cambiar de rumbo, como los barcos que costean en sus aguas. Pero una vez hemos conocido a Francisca y Toñita, creemos que el topónimo se tiene que deber a cómo son sus gentes. No hay otra explicación más plausible. Fijaos bien en su caso.

Francisca y Toñita regentan la expendeduría número 2 de Cariño. Cuentan que ya nacieron siendo estanqueras puesto que el estanco pertenecía a su abuela. Han vivido toda la evolución del mercado del tabaco, y ahora a sus bien disimulados 82 y 85 años respectivamente, les tocó adaptarse a la trazabilidad. No solo eso, sino que además, teniendo que usar un nuevo ordenador...

Son el claro ejemplo de que la edad no está reñida con la tecnología y Strator ofrece un sistema fácil e intuitivo de utilizar. A su ritmo, con la seguridad que solo da la madurez, han aprendido a manejarlo, usando punteros para la pantalla táctil (el teclado es algo del siglo XX, y ellas son "chicas" del siglo XXI).  Venden al segundo canal, trazan las sacas,... Y cuando no saben cómo hacer algo, confían en Lucía, nuestra Formadora Élite en Galicia. Nos dicen, "son muchos años de buena relación con Logista, y sobre todo con el repartidor de tabaco" "es adorable, nos deja las cajas muy bien ordenadas".

Viéndoos ahí al pie del cañón, con vuestra simpatía siempre a cuestas, usando las nuevas tecnologías con soltura, y viendo los parajes de Cariño, uno llega a comprender el porqué un día, alguien nombró así a esta población.


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​El estanco de Francisca y Toñita. La fachada verde, los amplios ventanales... Un estanco de generación en generación.
​Francisca y Toñita, flanqueando a Lucía, la Formadora Strator en Galicia
​Usando el puntero en la pantalla táctil de un TPV última generación. Esquilo, el gran dramaturgo griego, ya nos decía: "los mayores siempre están en sazón para aprender"