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​Barrio de La Paz, 1960. Todo estaba por hacer.
​Rafael y Raúl, nuestro formador Strator en Zaragoza, tras el mostrador de la expendeduría, con su cajón inteligente de cobro CashGuard.
​El Parque del barrio de La Paz, un fiel reflejo de cómo ha cambiado el barrio, desde su creación en los años 40, hasta su plena transformación en el siglo XXI

En el barrio de La Paz de Zaragoza, corren buenos tiempos...

Raquel y Rafael, titulares de la expendeduría Zaragoza-118, nos cuentan brevemente su historia, de cómo han conseguido pasar de la nada, a ser parte del tejido comercial y social del barrio La Paz de Zaragoza.

Rafael, encofrador de profesión, salía de casa con los primeros rayos de sol (si los había), para volver entrada la noche y Raquel, dependienta, le pasaba algo parecido. Demasiadas horas fuera de tu hogar, sin ver a tus seres queridos, puede crispar a cualquiera. Debido a ello, buscaron una solución e invirtieron todos sus ahorros, hará ahora unos años 6 años, en adquirir este estanco con el objetivo de labrarse un presente, y por qué no, un futuro mejor. Ahora comparten su jornada laboral, paran juntos a comer, y disfrutan de su tiempo fuera del horario laboral.

Para ello hicieron las reformas oportunas a un local al que ya se le notaban los años, y también, informatizaron la venta, los pedidos y la distribución al segundo canal. Para ello escogieron Strator, un sistema intuitivo y fácil de aprender, ya que, aunque Raquel controla algo de ordenadores, Rafael es profano en la materia.

Como pasa en todos los comienzos, al principio no fue fácil, todos necesitamos un tiempo para adaptarnos a los cambios, pero gracias al apoyo de Logista y al Formador de Strator, la reconversión necesaria para tener un negocio de éxito no pudo ser mejor.

Rafael y Raquel no tienen un estanco, tienen el “estanco de Raquel”, al que cada día acuden los vecinos del barrio a echar la lotería, a comprar un complemento, un accesorio de fumador, un detalle de bisutería, y por supuesto su paquete de tabaco.

Pasados unos años desde el comienzo, y siempre buscando el máximo beneficio para sus clientes y empleados, a Raquel se le ocurrió la idea de poner un cajón inteligente. Al principio le dio muchas vueltas, ya que, si tenía que cambiar todo el sistema de trabajo que tanto le había costado crear, puede que al final no fuera tan buena idea. ¿Qué hacer en una situación así?, decidió pedir asesoramiento a Raúl, Formador en Zaragoza, que siempre le ayuda de manera muy amable cuando tiene alguna duda sobre Strator y sus funcionalidades. En seguida se dio cuenta de que su operativa sería la misma de siempre, solo que además ganaría un montón de tiempo al no tener que cuadrar la caja ni tener que pensar los cambios o monedas que le falta, el cajón inteligente hará todo esto por ellos.

Este pionero cambio (no hay nada igual en las cercanías del barrio) en el “estanco de Raquel”, ha generado un gran “revuelo” en La Paz, y para bien, ya que lo ven como una cosa muy moderna y fiable, porque no tienen que estar mirando si el cambio que les han dado es correcto, puesto que estas máquinas están para esto y no falla seguro. También Sandra, su empleada, está encantada con este cambio, y aunque hay gente que es más “reacia” a este tipo de máquinas (piensan que se pierde el contacto humano al atender) Sandra les hace el mismo trato que antaño, coge el dinero al cliente de manera tradicional y lo introduce ella misma en la “máquina” encantada, y de esta manera puede atender mucho más rápida que antes. Sólo tiene que meter el dinero que le entrega el cliente, y mientras sale el cambio, ya está atendiendo a otra persona.

Hoy en día, esta pareja de zaragozanos puede ausentarse de su negocio sin miedo a nada, ahora tienen menos ataduras y pueden cumplir sus planes de ocio, de los cuales uno es ver mundo juntos, y para ello, hace falta mucho tiempo, tiempo del que ahora disponen gracias a la última integración proporcionada por Strator y Cash Guard, ya que cualquier incidencia puede ser solucionada a distancia, sin necesidad de estar físicamente en el estanco, porque remotamente pueden controlar todo lo que sucede en su negocio.